No sé que estoy construyendo, con qué materiales, qué muros, que cielos... Tan sólo erijo un templo dónde resguardar el vacío de mi voz que se vale de las palabras que arden en el aire como peces que no quieren ser capturados por el exterior, pues en el agua está su libertad, fuera de ella, están atrapados, inmóviles, ciegos quizás.
Soy a veces como un ave, soy a veces como un pez... ¿Cuándo nos comparamos "como hombre"? ¿Tan vacíos estamos? Necesitamos de las capacidades de otros seres para llegar a ser, eso es la conciencia, la capacidad de supervicencia, la mímesis, la imitación.
Soy a veces Soy.
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