miércoles, julio 26, 2006

El enemigo

Anda bajo un mismo sol... Oculto en las penumbras del mito en la gruta de mis sueños.

Soñé al Diablo. Abrí la panza de su madre para evitar que este naciera. Aberrante feto. Me burlé de él llamándolo nonanto... pero se desarrolló, y creció y su maldad no tendría fin. Su madre se burló de mí, haciéndome gestos de muerte poniendo su pulgar al cuello.

Atrapado, tuve que perderlo todo, se robó mi identidad, mi persona, mi nombre, lo poco que tengo... ¡Me robó a mí!... Me quedé exiliado adentro-(y)-fuera de un laberinto de odio. Mi lucha fue en vano, la sonrisa del maligno pelirrojo infante de cara bonachona me sentenciaba hasta el fin de los tiempos mientras yo me alejaba de mi casa, con un solo cambio de ropa. Deje de ser el amigo, el amante, el hijo, el vecino... Mi lucha me ganó ser expulsado.

Anduve con un hueco en el alma, como el peso de traer el hueco de otro cuerpo. Malpartida sin horizonte, paso a paso desde otro lado. Desconocido y cifrado sin ningún valor. La tarde desvanecíase sin mi sombra, otoñal y sin prisa. Sólo él y ella me miraban, esperando que me difuminara ante sus ojos. Para mí todo todavía existía pero nada ya tenía sentido y sin embargo, me quedaba la esperanza de volver algún día otrora.

Buenas noches dije en silencio mientras compartía con nadie mi desdicha reservando mi sonrisa nunca de mañana mientras el viento ponía comas en mi silencio, como sentenció el poeta. Ya no era el momento, ya no era yo el momento, ni un instante; nada, nada... Y bajo una gramática simplónica me dijo el malparido:

-Idos.

domingo, julio 23, 2006

Falso equilibrio

Hay reencuentros inesperados que producen
en nosotros una inevitable y demoledora
sensación de tiempo transcurrido.
SANTIAGO FABREGAT BARRIOS



A veces nos traiciona(n) la(s) memoria(s)... Las "jóvenes memorias" se nos resbalan oriflamas en la lengua... Un reflejo de luz inesperado pone en evidencia muchas cosas... Taladradoras de sentido (diría el poeta) a veces las palabras que usamos nos remiten a cosas o personas que aún tenemos presentes, como si estuviesen compartiendo la realidad con nosotros cuando están ya de por sí, alejados, (se supone).

He visto muchas cosas; ya he escuchado lo suficiente y me he percatado de que yo soy la transición nada más... vil puente de espalda a las estrellas que se tiende de orilla a orilla para que no caigas en la abismal corriente del olvido. Mientras, como Tántalo, yo nomás las suerbo reflejadas y acepto de caricias tus pasos.

Pero que a nadie le pese recordar... Allí estás presente: Hechizado cuerpo de ciudad.... Y tú por la locuaz distancia de tu boca en la ternura brisa de esas cartas de sal... y tú por tus labios almendrados y el oleaje de tu aliento... y tú que me buscaste y diste con mi situación más alejada, exacta retentiva... Y tú que decidiste nombrar al futuro con mi nombre... Y tú... ¿Y tú...?

"Y es que hay algunos reencuentros, [...] que nos permiten tomar conciencia del paso del tiempo, de su marcha inmisericorde, de su “no hacer mudanza en su costumbre”.

Todo da vuelta en círculos concéntricos... La realidad de cada día es un profundo y pesado agujero cargado de vacío que nos remite a la presencia falsificada. Tres veces es suficiente para saber que el día ya estaba marcado por la figura de dos niños que juegan a quererse, a odiarse, a amarse... matarse... El niño del tambor roto que carga y pasea a la blanca y suave muñequita de trapo encadenada a su tullida discapacidad a través de un agreste territorio vacío cuasimítico y absurdo laberinto sin muros. -¿Y si te rompo las bolas, Fando, qué harías? En realidad el niño-adulto se la hubiera pensado antes de contestar esa infantil pregunta. O quizás un angél loco le pidió a Lis que callase esa duda... Y ésta le rompió el tambor al niño... Y éste, la mató fingiendo a golpes.

Sin duda el día tocó y vaporizó el umbral de los brumosos recuerdos. Y la noche, condensó los hologramas en nubes de luz sucia sobre un límpido cielo.

Son reencuentros innevitables con la realidad: Los pasos cortos del recuento, pies desnudos a la orilla de mi deseo.

(Estoy de versos endeudado)

sábado, julio 22, 2006

Cita a las 9...

Ayer se estrenó Cita a las nueve con el Diablo. Dicen que fue todo un éxito. A mí me gustó con las improvizaciones que se lograron, aunque sí me vi preocupado por los diálogos, sufrí la escena dentro del público, sufrí la obra, sufrí las voces. Pero todos los del colectivo quedaron encantados aunque hubo diálogos muy importantes que se perdieron y con ellos un poco de la base psicológica intelectual de los personajes. Mas estuvo bien, los actores explotaron el ambiente adaptando la obra de acuerdo a sus necesidades discursivas y las del público que en general fue muy concurrido, (mucho más de lo esperado) y todo debido a la gran difusión que se tuvo vía ondas radiofónicas y el periódico Público en su suplemento, el Ocio.

La cita se celebró en el café André Breton, a las 9 horas con 7 minutos. Que nos sirva de experiencia, en mucho hemos crecido. Agradezco a Piña (Caín), a Jave (el Diablo) y a Jessica (la Muerte) su participación entregada en la obra. Y no puedo dejar de mencionar a Yaiza, por su gran apoyo tanto en producción técnica como intelectual. Sison, Toño, Pepe y Miguel en sonido, Pola en difusión junto con Miguel; a Angélica por su apoyo moral e intelectual junto con Lenin cuando tuve la difícil tarea de adaptar el guión; a Armín por la dirección de la obra y al Paulo el Quijote por sus recomendaciones atinadas. También al Café André Breton por su espacio, así como a todo el público por su asistencia. Muchas gracias.

La Muerte no podía hacer su trabajo de deambular de mesa por mesa por lo lleno del lugar, pero estuvo ahí, coqueteándole a Caín, y Caín a ella, como Prometea de la sangre:

He vuelto a coquetear
De cerca
Con la Muerte
Pero esta vez me vi desbarrancado desde sus ojos blancos
Llenos de naderías incandescentes
Rostro amarillo, labios de mandrágora
Lengua enredada en su mudez abstracta
(...)


Caín se quedó solo, de nuevo, cargando con más pesar su fetiche conciencia, arrastrando por la tierra la muerte de su hermano, contaminándola... Y se quedó en sus pensamientos, lejos de todo lo divino (incluso de la muerte) como el XII canto de noche de los Cantos de Muerte de Georg Trackl traducido por Angélica Bécker:

Soy en alta media noche
playa muerta y mar callado,
muerta playa te he olvidado.
Soy en alta media noche.

Soy en alta media noche
cielo donde estrella fuiste,
cielo sin dios, cielo triste.
Soy en alta media noche.

Soy en alta media noche
de mujer no concebido,
sin esencia, jamas sido.
Soy en alta media noche.


El Diablo conciliador (cuyo dedo pulgar se lo cortó partiendo frutitas) ascendió al Cielo tartamudeando tras el suicidio de un Dios en crisis. Cambio de administración nada más, hay que evaluar todo desde el principio de los hechos, desde la creación de los primero padres del hermano asesino. la hermosa Muerte fue recontratada, así que esta vez todo iba a salir bien según la Agenda Divina.

Gran noche para el Mute*Colecto y mucho mejor para el café. Una de las mejores sin duda, una más de tantas que vendrán.

¡Éxito muchachos!

A darle átomos según dijera un extraño ser amarillo con un entallado traje rojo. es un super héroe por si no les suena, no de mis favoritos, pero si importante sin duda.

Por cierto, si van a ver Supermán Regresa, no se olviden de observar el detalle de los perros caníbales. ¿Que si y eso qué? Pues yo también me pregunté lo mismo.

domingo, julio 16, 2006

En el Jardín de los Dioses (Garden of the Gods)

En el Jardín de los Dioses vive la chica que se robó las estrellas. Las guarda con recelo, las cuenta cada noche y engarza las más bellas con un hilo matemático dándole forma a la oscuridad fijando mitos o plasmando los nombres de celebridades muertas.

Ella es como un árbol, dicen; como una niña legendaria que juega a ordenar el tiempo.

Algunas las guarda en costales como arena y las esparce en nebulosos crisoles. Pero su ojo de gato está perdida; la niña anda en la nada buscando su valiosa gema. Para no perderse esparce sobre el camino imaginario leves cucharadas de una ligera lluvia de grillos fluorescentes por si quedara sorda.

Su cabello es una supernova, infinita gravedad expulsada que cae untada sobre sus hombros como las lágrimas de un húmedo sauce galáctico. Cuando ella corre, el hálito solar le acaricia y derrama una aguda cauda azul sobre la silenciosa rumorosa de su azul espalda.

Es una soñadora radical. Profusa fuente de testigos. Por medio de sus cuentas da por entendido el universo.

Corre descalza untada de diamantes que se adieren como anfibios en sus plantas, raíces que no soportan su vida sedentaria. Por eso escapa cada noche, cuando los dioses duermen y arroja sus semillas para recrear un huerto de sílfidos púlsares.

Lleva en su garganta una laqueada ola laberíntica. De espuma sideral iridiscente es su vestido, un manto de flores tornasol rojo turquesa.

En el Jardín de los Dioses vive la joven que hurtó el cielo. Ella es la cuna que arrulla el fragmentado corazón blanco de la noche.

Su rostro es el lago nocturno donde flotan las luciérnagas que saben a leche y miel.
Pero cuenta la leyenda que no conozco sus ojos que me miran despidiéndose. Más prefiero flotar en ellos, en el fresco cenote de su gracia cual ofrenda a los durmientes dioses del destino.

Sé que pronto escribirá mi nombre en el tamiz celeste:

Briznas de soles tristes formarán mi bruno rostro.

(Por cuánto tiempo...) How long...

How long... Can any man fight the darkness before he finds it in himself?



Me dicen que tan sólo prenda la luz... mas no es tan sencillo. Puedo encenderme como un ser flamable.
Cuando encuentras a tu anti comienza la verdadera lucha. De pronto cambias y sientes que algo se absorve en la oscuridad.

Diría el poeta, cuando se avecinan las hordas de la Muerte ya no puedes hacer nada; algo es traicionado en tu interior, éste se apaga dentro de una máscara ciclópea y taciturna y pretifícanse tus tripas en un puño de sal.

El miedo, la sombra y el capricho memorízanse en retorcidos círculos... debilidad, soberbia, ira... Cruel sensación amarga de un soldado, sangre emponzoñada acumulada en costras brasas... desnudez perpetua.

Camino dentro del silencio tentaleando sombras. Apuro un cigarrillo después de uno tras otro y los apago en mis huesos, en la médula. Los primeros allá van, leyendo en la oscuridad pavesas sin destino. Hay un estilo en cada cosa de caer al fuego lento o resucitar berreando en un baño maría.

A mí me sobra tiempo para morir. Mientras me siento en una roca apoyando mi codo izquierdo en la homóloga rodilla... Suelto el humo tórrido, la vaga esencia sofocante de mis vísceras. Arden mis ojos. Se me contrae el ceño. Dolor, tensión en mí. Hay un paisaje alrededor en llamas... es la voluntad de un dios en crisis derramado en estas cloacas que contienen mi existencia.

Me visto de sombras para ocultar mis ascuas. Huellas de carbón y arena caen desnudos a mi paso... hilos de tiempo derramado voy dejando... El horno grita en fuego su silencio, murmullo tortuoso con olor a carne frita... rastas de lumbre ascienden cual lumbreras algas acariciadas por una fúrica corriente...

Ascienden mis restos en leves partículas atómicas...

jueves, julio 13, 2006

Lifetime

Ni tu silencio, duro cristal de roca,
ni el frío de la mano que me tiendes,
ni tus palabras secas, sin tiempo ni color,
ni mi nombre, ni siquiera mi nombre
que dictas como cifra desnuda de sentido;
XAVIER VILLAURRUTIA


"Nada, nada podrá ser más amargo..." Dice el nonato. Aún no he dicho nada mío, simplemente lo que he pensado sin poderlo de alguna forma, decir. Pero aquí están, en resguardo todos estos signos liberados hoy, en una brumosa mañana.

En el techo descansa un purgatorio muy parecido a Comala, lleno de entes, sombras descarnadas y una con la eterna sensación de vacío, la caída abismal suspendida en ese grito hueco y mudo acicalado por las llamas. De todas las sombras es la menos fría. LLegan las grises, desorientadas, se apilan en la orilla, hacen una fila rumbo a la nada sin temor a darse un frentazo en las escaleras.

Dicen que soy inmortal, que por eso no me está vedado salir y entrar cuando me da la gana, del Infierno. Pero perdí la luz para siempre a pesar de que ésta es madre de mi sombra inmadura. A menudo he sentido su lucha por desprenderse de mi cuerpo y andar por sí sola. Sabe que el día de mi muerte quizás podría ser ella, brincar, vivir, amar... menos la muerte. Las sombras proyecciones inmortales son.

Cuando ya no exista yo, allí estará bailando con la Muerte: subterránea, intrínseca, clavada ya en su aguda pelvis.

Necesito beber un trago de poesía... Y todo estará dicho cuando por fin beba mi rostro.

Llego al aula, me siento y escucho atento. Continúo con normalidad, para que no sepan, ni siquiera intuyan mi condena de caer profundamente colgado de una cuerda y así parezca más humano que una plástica figura.

¿Qué más me pides? Si soy tan solo una infraleve contaminación semántica.

martes, julio 11, 2006

You´re not here

¡Se disuelve nuestra compañía!
LI- PO

Wrong Impression


No diré nada al respecto
La mala impresión
Está aquí
Oculta tras los muros del reclamo
Eco
Voz Labrada
En caucho
(...)

viernes, julio 07, 2006

Mala Impresión

Ella es un árbol
que se ha soltado
de sus viejas raíces
y flota por la calle
con sus hojas
sobre los hombros.
MATTÍAS JÓHANNESSEN



Aquella tarde escuché murmurar al viento traer jolgóricas noticias del canto flotante de sus hojas...

El viento era frío...

Aquella tarde la había buscado para encontrar cobijo en su sombra mas sólo hallé la tierra removida, sus raíces no dejaron huellas.

Regresé por la noche la impresión seguía allí, fresca... Presentí que se acercaba por la caricias del viento y me fuí sin dejar rastro...

Regresó y se quedó en el mismo sitio, por esa noche.

Yo no quise volver. Quizás dejé allí una mala impresión:

en el aire,

una sombría huella.

lunes, julio 03, 2006

Invisible

ni huellas dactilares en el papel
ni adioses entre líneas
por eso una carta en clave
si lloras sobre el papel
aparecen las palabras
si no
no tiene sentido.
KATE NaeSS 1969



Un acertijo en mi nombre. Una salida en la sombra.

Muros.

Un paisaje último.

"Permanecer de pie ante las tinieblas o vagar por estancias sin aire" esa es la consigna detrás de la ventana...

No conocía al minotauro de cristal hasta que lo vi llorar por un dedo roto hecho migajas, soltando fórmicas lágrimas que chillan en su vacuo rostro.
O
Es sólo un ventanal: claro, limpio... o como diría el poeta "esa pared de aire" que contiene a mi narciso... Una sombría holográfica mirada que entrevé el mundo a través de sus tinieblas.

La profundidad yace en la superficie de un reflejo hasta que se escapa el vaho contenido y aquél mundo deja de existir petrificado en el aliento gris o parte de mi alma condensada.

La profundidad yace en un bostezo largo translúcido:

Y yo atrapado en ambos lados del reflejo leyendo las huellas de tus dígitos externos (si respiro), condensado en penumbras en una eterna marca de agua.

domingo, julio 02, 2006

¿Qué es lo que queremos?

El laberinto, qué es si no
una prolongación de nuestro cuerpo
El ojo que ve, pero no se ve a sí mismo
La mano que agarra, pero no se agarra a sí misma
Las escondidas tecnoestructuras de la belleza
que se hacen cargo de todo desde el alma al estado
¿Qué ocultan si no
nuestras más profundas intenciones secretas?
STEIN MEHREN 1969




Esa es la pregunta que nos hacen a todos... Y pocas veces sabemos responder...
O algunos no queremos, simplemente, decir.

A veces se nos hace fácil creer que estaremos una eternidad aquí. Ni nos acordamos siquiera que algo oscuro acecha detrás, o debajo, arriba o frente a nosotros, esa oscura profecía.

¿Vocación o destino?

Imposible demostrarlo.

But it´s not over yet...

Se prolonga la sensación textual...

¿Qué pasa dentro de tu cabeza cuando extrañas a alguien, cuando miras la nada, cuando esperas una estrella oscura?

Escucho una canción y pienso que pienso que la estoy oyendo y me imagino reconstruirla mientras ésta teje una extraña relación melódica de sentimientos y notas sinápticas.

¿Qué es lo que queremos?

Los seres humanos queremos... mas pocas veces queremos necesitar. De hecho no nos gusta, preferimos prescindir de lo necesario.

O nos hacemos muy conscientes o inventamos la conciencia.
En fin.

No es bueno que nos dé por inventar nuestros secretos.
¿Pero entonces por qué Dios habita en lo más intimo del hombre?

Quizá sea como me dijo la voz que me bautiza a cada instante según el número de habilidades para alcanzar la inmortalidad yo adquiera, porque "tu Dios está en crisis" y necesita refugiarse en la esquina más oscura de nuestra alma.

Cuando tu Dios está en crisis tú te conviertes en su más oscuro confidente, fiel e infiel, su psicólogo nato.

La cordura habita en esa duda: ¿qué es lo queremos?