lunes, diciembre 17, 2007

Desvarío

Esta es la hora en la que los sueños se corren, mírate ahora dentro del espejo: ¿qué has visto? No soy lo que veo, yo soy tu sueño, más allá en el exilio no existe mi memoria. Por eso me mantienes encerrado en esta celda, una puerta de luz que prohibe mi silencio.

Esta es la hora, ¿no escuchas que llegan? Númen balsámico de imperios descarnados, cómo voy a dar vida a esas sombras malditas... Más daré sombra a las sombras, esas aves oscuras que pretenden robarte tus ojos de luna.

Esta es la hora.

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