Me encontré resbalando una estrella esta noche bienaventurada. Es ella la que hace falta en todas partes... y no dejo de citarla, por eso la invoco para sentir un poco menos esos fragmentados golpes de vacío. Es como si la invocase; es como si retuviera un poco el hilo de su voz. Es como si su mirada tranquila anunciara su llegada en el buen destino. La verdad no estoy más que sujeto a intuiciones, venideras voces, las palabras, roces de luz...
domingo 26 de noviembre de 2006 FIL
Se me acabaron las historias, me mutilaron las palabras esas resacas tijeras matutinas. Trato de caer absuelto en un trago de poesía pero no he llegado a nada, cubierto de limo gris me confundo entre las masas. Se me acabaron los tirajes, los sueños, las mentiras... Se me olvidaron perdidas en mi extraviado Testamento azul, ese ideario de soles anulados y teorías inconclusas. Será que perdí el puño de las soledades, travesías consumadas de verbos alicahídos.
Pero llega una brisa floral desde el oriente, plena de suspiros andaluces y luneros gitanos... y con ella, los recuerdos de la boca que canta el ritmo de la herencia sobre el brioso tablado del universo. Dejaré que me toquen esas flores, yo, otro vagabundo más de entre esos corredores de susurros y avenidas conglomeradas de cultura. A fama y locura huele el dulce rocío de estas tardes...
Una flama oscura que secretamente vive admirada en mis ojos es mi pensamiento.
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1 comentario:
Bonita forma de hablar sobre la FIL-G 06.
Un abrazo.
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